martes, 25 de septiembre de 2012

¡Llegó la primavera!



Un día cualquiera, la tierra comenzó a desperezarse. Despacito fue estirando sus brazos de ramas, hasta que parecieron llegar al cielo. Como estaban muy desnudas, las vistió de verde. Después, lentamente, formó un encaje de colores con diferentes flores para adornar su vestido. Algunas flores eran pequeñas y celestes como el jazmín del cielo; otras, grandes y rojas como la rosa china; y unas tenían chaleco blanco con botoncito amarillo, como las margaritas. ¡Había llegado la primavera!
Y, como la primavera es muy alegre, comenzó a cantar. Cantó en las gargantas de los pajaritos;
en el murmullo del viento; en el aleteo de las mariposas y en las rondas de los chicos.

    

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